El fútbol como terapia de superación.





http://youtu.be/TvLV5Iy6YDk

L'equip petit, un maravilloso video creado y producido por El Cangejo TV.




Mi relación con el fútbol es bastante especial. De hecho, es uno de los sueños que puedo decir que se han cumplido, junto con el de publicitarios implicados. Nací con asma bronquial y pecho en forma de quilla, un diagnóstico que me hizo sufrir mucho a mi y a mi familia durante los primeros 13 años. Como gran aficionado al fútbol, veía partidos en directo o en la tele, leía la prensa deportiva, coleccionaba cromos... pero no podía jugar.

Cuando le comenté al médico qué podía hacer para darle patadas a un balón, me contestó que ensanchar (mucho) la caja torácica como primera medida. Pero que no me podía prometer nada. A los 14 años me apunté a un gimnasio y me machaqué el cuerpo con un circuito de ejercicios que me provocaban un gran dolor en el pecho y en los brazos. Durante 4 años. 10 horas a la semana.

La travesía del desierto para jugar y competir pasó también por mejorar la técnica para compensar mis 62 kilos de peso y mis 1,82 centímetros. Demasiado desnivel: poca corpulencia y poca masa muscular.

Por momentos pensé que nunca lo conseguiría, pero a los 20 años, ya jugaba ligas de fútbol, en la posición de falso delantero.

He jugado a las 12 de la noche, con nieve, con barro, con un esguince, con puntos de sutura en la cabeza, en campos peligrosos y también afortunadamente en estadios como el de C.E. Europa, Sabadell y U.E. Sant Andreu.

He disputado encuentros realmente curiosos, como por ejemplo contra la policía de Florencia, contra el Club Natación Barcelona, con los campeones olímpicos Xavi Sans, Manuel Estiarte y cía, contra un equipo que en la media parte me aconsejo que no jugara de delantero en la segunda o no salía vivo de allí, o en un campo que hacía bajada.

Sigo chutando, ahora con 77 kilos, siempre con vocación de goleador, pero ya más como un acto social y de diversión, sin darle valor al resultado.

Cuando me he lesionado, siempre he pensado en volver. He tenido unos 12 esguinces de tobillo, tres fisuras de costilla, multifractura en los dedos de la mano, infinitas contracturas, distensiones, roturas de abductor, isquiotibiales, gemelos...

La más grave, rotura del codo y los ligamentos del brazo izquierdo.

Volví a los terrenos de juego, en este último caso, después de un año, 50 sesiones de recuperación especializada, 12 sesiones complementarias de fisio y dos meses con protección a medida.

El sueño del fútbol me ha dado algunas alegrías. He marcado 909 goles en ligas oficiales locales de fútbol 7,  10 goles en un solo partido y he quedado segundo máximo goleador (30 goles) con 45 años, en una liga con una media de edad de 26. Mi récord personal está en 35 tantos en un campeonato.

Hace unos años, en el torneo del centenario del Club Esportiu Europa, 5 partidos en 6 horas, quedamos segundos con el conjunto más viejo de todos los presentados. Perdimos la final por 3-1, pero llegar a disputarla fue mucho más de lo que podíamos imaginar.

Durante una temporada se celebró la liga de Agencias de fútbol sala. Con el equipo de DMB and B, ganamos 5-0 a Bassat, 7-1 a Mc Cann, quedamos segundos y Wakefield segundo máximo goleador, con 24 tantos. Ganó la imprenta Contraste, por cierto.

En un curso académico, los alumnos de Blanquerna se quedaron sin portero y allí que me apunté, con 43 años. Quedamos segundos y fui el portero menos goleado. (nunca he jugado de portero, salvo a balonmano).   

En casa tengo más de 15 copas, algunas realmente bonitas.

He marcado goles con la espalda, con el culo, con la rodilla, con la espinilla, con el hombro con la cadera y con el pecho. He fallado miles y he tirado cientos de tiros a los postes.

Solo me han expulsado una vez, cuando después de recibir 30 patadas del mismo defensa, le solté un directo a la mandíbula. Se quedó inconsciente unos minutos y me asusté bastante.

Pero sin duda el mejor premio que he conseguido con diferencia es correr con mis dos hijos y con el avi, que a sus 75 años seguía en forma. 

Mi ilusión y pasión contrasta con un cierto escepticismo hacia el fútbol profesional. Soy muy fan del Barça, fui incluso a la final de la Recopa de Basilea en autocar (1979), pero creo que el circo mediático que vive de este deporte se está pasando de la raya.

No entendiendo cómo se puede encumbrar a Mourinho, déspota, egocéntrico y maleducado. No entiendo por qué triunfan los programas de debate donde todos acaban gritando y perdiendo los papeles, aunque fuera de las cámaras son super amigos/as.

No entiendo por qué nadie frena la corrupción en materia de fichajes, comisiones, negocios paralelos o inversiones no justificadas. No entiendo los gritos fascistas y racistas, las agresiones, las personas que manchan la imagen de los clubes.

No entiendo por qué los equipos no destinan más fondos a causas humanitarias ( de verdad, no para lavarse la cara).

La prensa deportiva puede ser contaminante. Los clubes se utilizan para hacer política o prevaricación. Solo 8 equipos del mundo, los más poderosos, pueden ganar la Champions.

Me gusta el jogo bonito y limpio. Una utopía en el momento actual.

Por eso, a mi lovemark Fútbol Club Barcelona, se ha unido el Newcastle, la excusa para seguir la liga inglesa, como fan de un equipo que hace muchos años que no gana nada.

Si alguien conoce a un equipo directivo de primera división 100% honesto, que me lo diga.











































foto : Bojan Kirkic, jugó en el FC Barcelona y en el Stoke City. Es un gran tipo.

Comentarios

  1. M'ha agradat molt i m'he emocionat també, soc mare d'un nen de 4 anys amb una severa asma bronquial, però li encanta el futbol i sé -no en tinc cap dubte- que ben aviat hi jugarà!!!!

    Maribel Pros.

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  2. Q guapo. Todo un modelo!!


    Aurora Suarez.

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  3. M'agradat molt no deixis de jugar. En el fons aixó es el futbol, un joc.



    Carlos Areán.

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  4. Toda una lección de superación 0.0

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