Miquel Altarriba, el gran conversador.

"Conversar es compartir y compartir es una puerta abierta para que surjan las ideas"



A Miquel Altarriba tenemos que agradecerle miles y miles de conversaciones. Conversaciones sobre asignaturas, seminarios, publicidad, creatividad, libros, tesis doctorales, eventos o conferencias. Una persona sabia, tranquila, tierna, dispuesta a escuchar a todo el mundo y que consiguió hacer una piña entre todos/as los/as profesores/as del grado de publicidad de Blanquerna.

Podría decir que hablando con él, con Eddie Borsten o Josep Rom, conseguí un Máster no oficial y no regulado que está en mi ADN. Miquel me descubrió el mundo de los clásicos, empezando por Aristóteles, Eddie me "tituló" en planificación estratégica y Josep me contagió su amor por el diseño.

La historia de la cultura es una historia de conversaciones. En el café Gijón de Madrid se dieron cita literatos de mucho nivel como Valle Inclán, Benito Pérez Galdós o Camilo José Cela. Antonio Carlos Jobim y Vinicius de Moraes se encerraron 15 días en un hotel y de allí surgieron 50 magníficas canciones. El Cirque de Soleil es el resultado de un gran trabajo en equipo. Publicitarios Implicados se gestó partiendo de numerosas reuniones.

Miquel era una persona singular. En un mundo tecnológico dio siempre prioridad a la palabra. Hablaba de todo y con todos. Como director de grado nunca se obsesionó por las normas ni por los protocolos, ni por los procedimientos. Buscaba siempre lo mejor para cada uno/a. Nunca fue protagonista del postureo ni buscó ser protagonista.

Vestía discreto, con tonos marrones o azules oscuros, no solía llevar corbata, sonreía con frecuencia, era pausado, tranquilo y sencillo, pero luchaba con pasión por sus convicciones. Le gustaban los restaurantes poco glamourosos como El Centro Aragonés, donde pudimos disfrutar de maravillosas tertulias. Prefería un buen bocata de fuet a un plato de diseño. Era muy característica su boina negra. Y su barba blanca. No era muy alto pero sí que era muy grande.

Conocía perfectamente a todos/as los/as componentes de su equipo y sabía cómo motivarlos/as. Hablaba largo y tendido con los estudiantes, muchos jamás lo olvidarán.

Esta persona tierna, cariñosa, cercana y cómplice, profundamente tocada por la literatura y las artes, era también un tipo noble, sincero, amante de la vida rural, de la familia, de los gatos, un genio con un importante curriculum que se comportaba como un hermano con todos los que le pedíamos consejo.

Religioso, intenso, divertido, gran compañero en viajes a Alicante, Sevilla o Pamplona, sabías que no necesitabas tablet ni móvil ni diario, porque hablar con Miquel era un placer.

Hace 20 años me dijiste : "queremos que seas tu mismo, que nada ni nadie te haga cambiar" y más recientemente "lo mejor de ti es que siempre estás dispuesto a aprender".

He compartido muchísimas cosas con Miquel Altarriba, en su despacho, en restaurantes, en aulas, en hoteles, en aviones, en trenes, paseando... este experto en teología y doctor en ser buena gente ha dejado una gran huella, un legado que afortunadamente tenemos en parte por escrito.

Este gran amigo, este sabio "loco", guía y referente que tanto nos ha enseñado, nos dejó el 20 de julio. Su cariño, sus palabras y su talante serán algo que me llevaré conmigo. "Parlen-me" era su expresión favorita.

En mi corazón hay una profunda brecha, sentimiento que comparto, seguro, con cientos de alumnos/as y profesores.

Te prometo seguir conversando



" La conversación es el gran motor de las grandes cosas"






"Llàstima de veritat. Els meus any a Blanquerna es resumeixen en moments i persones que han quedat congelats al meu cap. Entre ells, sens dubte, algunes sessions amb ell. I amb tu."

Carles Cases Meya.


P.d. A Miquel le hubiera gustado más este post en catalán, pero con lectores en Estados Unidos, Latinoamérica y Asia, he preferido que su legado llegara más lejos.