Las palabras de Ana
Le pedí a Ana que escribiera una de las intros de mi segundo libro "los tópicos te matan", todavía en fase de pre-producción. Su escrito ha sido balsámico, me ha llegado al alma, me ha dado energía, así que he decidido presentarlo en primicia, espero que os guste. El libro tendrá dos intros, la de Ana y la de Diana Martínez. Creo que ha exagerado, que se ha pasado, pero me hace mucha ilusión.
No importa que no te leas este prólogo. Porque en el fondo, no importa demasiado lo que quiero contar. Lo que importa es que pasó. Y que sigue pasando. Con prólogo o sin él. Y eso sí importa.
Yo tenía 18 años, era una niña en una universidad de comunicación recién estrenada. Pero no sólo eran nuevas las mesas y las sillas. Para mí era aún más nuevo el mundo de la publicidad. Yo siempre había querido ser psicóloga, pero el destino me había colocado allí. Así que miraba todo lo que sucedía a mi alrededor con un asombro que poco a poco se iría convirtiendo en entusiasmo.
En mi segundo año de carrera, tuve la fortuna de tener a Richard como profe. Sólo verle pensé que era el tipo de persona que soltaba poesía por la boca, incluso cuando te saludaba. A veces trataba de regañarnos, pero en el fondo, sabías que se aguantaba la risa por debajo del bigote.
Y entonces sucedió. Empezó a explicarnos lo que era la publicidad. La de verdad. La que te agarra el corazón y te quita el aliento. Pero eso no era todo. Nos enseñó algo que no enseñan en los libros. Y se llama curiosidad, pasión y actitud.
Nos decía que cada semana teníamos que leer un libro, ver una peli, ir a una exposición y escuchar una canción nueva. Porque si no tenías cosas que contar, no podías crear nada nuevo.
Nos decía que teníamos que escribir. Lo que fuera, pero escribirlo. A partir de ese momento, llevar una libreta en el bolso se convirtió en casi tan imprescindible como llevar las llaves de casa. Escribía cada mañana, como terapia, como placer. Y así acumulé un buen montón de libretas que guardan instantes absurdos. Lamentablemente, los chupetes, los pañales y los playmobils le robaron el lugar a mis libretas. Pero al menos siempre llevo un lápiz encima. Porque una servilleta de papel también sirve para escribir.
Richard también nos enseñó a observar lo que pasaba a nuestro alrededor. A disfrutar mirando. La universidad estaba en el Raval de Barcelona, que para mi, era como estar en un mundo aparte. Y muchos días, salíamos a la calle y nos sentábamos a mirar. Nada más. Imaginábamos la vida de las personas que nos cruzábamos. Observábamos la ropa que colgaba de los balcones inventándonos la historia de cada vestido. Admirábamos las paredes agrietadas, descifrábamos los graffittis. Tratábamos de entender la vida.
También nos obligó a informarnos. Y aunque en el autobús a las 7:30 de la mañana hubiera preferido dormir un rato más, entendí que era mejor leer el periódico (formato papel!) de cabo a rabo. Porque estar informado te permite tener opinión, y tener opinión te da un punto de vista. Y hoy en día si no tienes un punto de vista, no eres nadie.
Mientras nos ponía una y otra vez anuncios como “Libre” de Amena u “Open Up” de Nescafé, Richard nos repetía mantras: vive sin miedo, intenta hacerlo lo mejor posible, persigue tus sueños, la mejor droga es la propia vida, nunca dejes de aprender, ponle humor, no intentes gustar a todo el mundo, reconoce tus errores… Y eso, poco a poco, se iba instalando en tu cerebro.
Así que ahora, cuando me preguntan, “¿qué aprendiste en la facultad?”, siempre contesto: una manera de entender la vida.
Aún hoy me pregunto si me hubiera dedicado a la creatividad si no hubiera hecho aquel seminario con Richard.
No se puede estar segura, pero algo me dice que las cosas hubieran sido diferentes.
Así que, por favor Richard, nunca dejes de hacerlo. Sigue contagiando esa pasión a los chicos que suben. Sigue explicando todo lo que no pone en los libros.
Porque la publicidad necesita más gente como tú. Y el mundo también.
Gracias.
Ana Brosa, Directora Creativa de Mc Cann Erickson.
Me encanta!
ResponderEliminarMe sumo a tu deseo Ana.
ResponderEliminar