Diez años (o más) sin Tony.



"En principio, todo puede ser interesante"



Hace diez años (o más) todo un colectivo tuvo la sensación de quedarse sin magia. Esa magia que teníamos a diario en el sótano dos de Blanquerna Comunicació, donde un hiperactivo personaje, rodeado de objetos extraños, regalaba optimismo, profesionalidad y atrevimiento.

Tony Díaz, alias unexpected, parecía escapado de un cuento o de una película. Siempre con la ilusión a tope, con ganas de descubrir, con un punto surrealista y hippie. Amante de la conversación, de la ternura, del arte y la poesía. Tenaz, luchador, intrépido y viajero.

Era también el consejero/ psicólogo de alumnos/as en busca de su experiencia y sabiduría.

Una persona con un universo propio, transgresor con algunas normas, poco partidario de lo tópico, pasional, positivo, soñador, intenso, despierto, sensible, sorprendente, buscador incansable de lo original, sincero, a veces sin límites.

Decía Gemma que era fresco como un helado en pleno verano. Decía Neus que era un abanico repleto de posibilidades. Decía Josep que trabajar con él era cocinar siempre un plato diferente.

Con su huella imborrable encima de la mesa, con el recuerdo de tantas horas juntos como coordinadores del postgrado de producción, con el precioso libro "in memorian" entre las manos, entiendo que Tony era un símbolo, un referente, alguien que nos recordaba que los sueños están para perseguirlos.

Te decía que las palabras bonitas están para pronunciarlas, que los lugares interesantes están para descubrirlos, que la vida se debe beber sorbo a sorbo, que casi nada es imposible, que casi todo tiene su lado divertido, que el camino está lleno de nuevos alicientes, que la edad no significa nada, que los artefactos de diseño están para re-inventarlos, que los detalles importan, que compartir tiene sentido.

Tony tenía una especial devoción por o kistch, por souvenirs inclasificlabes, por la "Mala Rodríguez" y Madonna, por las fotos imprevistas, por los mojitos, por sembrar algo de polémica, por combinar la profesionalidad con el desmadre, por los viajes para "patear" lugares, por ser anti-monótono, por ser un defensor de lo disruptivo y por dejar siempre un espacio para las tonterías.

En las universidades solemos hacer memorias de  los cursos académicos, de las asignaturas y de los seminarios. La memoria de Tony está repartida entre los que estuvimos en su casa de la calle Padilla desde la luz hasta la oscuridad, escribiendo unas páginas de amistad imborrables durante un año para olvidar.

No solo echo de menos al profe, al amigo, al consejero y al defensor de teorías de marca registrada, echo de menos las conversaciones con Neus, con Josep, con Gemma, con Luis, con Espe, con Toni Planells, con Marta Picart, con Mónica, con Esmeralda, con ese grupo de románticos que éramos felices con un menú en el Centro Aragonés, hablando de la entelequia de las plantas submarinas.

Me hubiera gustado mucho que viviera el éxito de Publicitarios Implicados, dedicarle mi libro o seguir intercambiando cd's. Por cierto, esta canción le hubiera encantado:

https://youtu.be/_C7UgR_sIW0


Y también los stickers, tendría una colección inmensa.

Para algunos/as Tony podía ser un extraterrestre, una persona inclasificable o un ser muy extraño, pero en realidad lo que hizo fue abrir la puerta de la creatividad y de la fantasía, esa que muchos se empeñan en mantener cerrada por miedo a las consecuencias.

Algunas personas nunca se olvidan. No me da la sensación de que hayan pasado diez años. Mantengo contacto con Gemma y con Josep. A los demás también les echo de menos. Tu inspiración sigue en el ambiente. La sigo notando. 






"Gracias por haber sido un rayo de sol en un sótano" (Espe Maestro).

"Tony era un tipo caótico encantador" (Mónica Mestanza).




For his sons.


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