Cambio de planes, otra vez.






“No puede haber vida sin cambios. Tener miedo de lo que es diferente o desconocido es tener miedo de la vida”
 


Si trabajas como creativo/a, puedes comer el martes en un restaurante muy fashion y el jueves arreglarte con un bocata. Puedes rodar un video con un gran presupuesto y luego pensar tres posts para insta a precio casi de regalo.

Puedes ir con traje o vestido el viernes y volver el lunes con sudadera, porque sabes que no hay presentaciones. Puedes estar eufórico por la mañana, porque han aprobado una campaña, e indignado por la tarde, porque otra idea no ha gustado nada.

Puedes conducir 600 kilómetros, volver a casa por la noche y acabar agotado... para no pagar la habitación del hotel... pero el siguiente finde viajas en business class.

Puedes llevar una cinta métrica para comprobar que tu maleta cabe en ese puto Ryanair o ir en aerotaxi porque el cliente te lo paga. (bueno, muy pocas veces).

A lo mejor el lunes tienes ponencia frente a 300 personas y el martes un seminario con 15 estudiantes, tan majos como los de la foto. Puedes medir mucho tus palabras en un compromiso y desfogarte con tu entorno, utilizando todo el repertorio de insultos.

Puedes aburrir las frases durante la semana y disfrutar de un libro en domingo.  El miércoles estás con influencers de postureo y el jueves con intelectuales. El viernes tienes workshop creativo por la tarde, pero por la mañana vienen los rusos y ya sabes que toca vodka y desmadre.

Puedes trabajar en una macro agencia, en una mediana, en un proyecto con 6 compañeros/as, tú contigo mismo o pasarte una temporada en el paro. Puedes tener clientes muy estructurados o clientes caóticos y surrealistas.









Algunos te ponen la soga en el cuello, te aprietan y te provocan. Otros comen contigo y te invitan al cumpleaños de sus hijos. Puedes trabajar para marcas mundiales, europeas, nacionales, regionales o muy locales.

Tus compañeros pueden ser hippies, hipsters, rockeros, fashion victims, freestylers, cool, alternativos o contra culturales.

 Acabas deseando no contestar miles de mails y whatsapps, pero llevas dos móviles por si acaso.

Si llegas tarde a la oficina te miran mal, pero si sales a las 2 de la mañana de trabajar, "es lo normal". A veces tienes tu día medido cien por cien y a veces sales a caminar sin rumbo para despejarte.

Estás tan pegado a la pantalla de tu ordenador desde la pandemia que la contraseña es la punta de tu nariz.

Adoras la música, pero cuando tu compañero pone Lmfao quemarías su aparato. Y cuando te confiesa que es del Real Madrid, ya ni te cuento.

Puedes tocar de cerca los polvos, las pastillas o el alcohol o declararte deportista como yo, para hacerte adicto al Isostar, el agua y la cerveza sin.

Puedes tener directores que hablan inglés, alemán o francés y mánagers que dicen "I you don't minded we like you to sing dawn and disfrutar del virality that's feels good, forever".

Tienes compañeros/as que llegan en bici, hacen dieta light, salen a correr y se cuidan y otros que se dan unos atracones tremendos para cuidar su enorme barriga.

Ir a Madrid y volver el mismo día en el Ave ya es una sana costumbre. Rodar en Costa Rica y no tener ni una hora para hacer turismo no es ninguna novedad. Y que el Director Creativo haga de camarero, mensajero y psicólogo en una producción, no es imposible.

Los cambios de planes son constantes. Reuniones que se anulan, presentaciones que se precipitan, salidas no previstas, materiales que no llegan, grabaciones que se posponen, video- conferencias fallidas, visitas inesperadas, comidas de negocios improvisadas, viajes sorpresa, insultos no verbalizados...

No te aburres casi nunca, vives las cosas con mucha intensidad, te pones de los nervios y acabas odiando eso de as soon as possible. O cuando te dicen "no es nada personal", o comienzan la frase por "a pesar del cariño que te tengo...".

Los plazos de entrega son imposibles y esa expresión tan utilizada de el que paga manda te pone de los nervios. Cuando toca pensar versiones y más versiones de lo mismo, desearías ser Clint Eastwood en "Sin Perdón".

Vamos que a veces soy cutre, a veces glamouroso, a veces pistolero, a veces exótico y alguna vez, por suerte, creativo. Amor y odio.

Y hablando de amor, que difícil es la conciliación familiar, tener hijos, el sexo... pero bueno, esa ya es otra historia... o histeria.


"Siempre es mejor soñar en la variante que morir en la constante"

Aarón Rivero.








" Tu vida a veces parece un lego, para montar y desmontar" 

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