Los hombres lloramos.





Foto de Iratxe Bárcena tomada en la exposición UN Women, de United Nations.





"Que suceda todos los días no quiere decir que sea normal"



"Más de 33 mujeres han sido asesinadas por violencia de género durante 2022"

"Desde 2003 han fallecido 1163 mujeres por esta causa"


No podemos negar la evidencia de que vivimos en un país machista. Una anécdota real que me sucedió junto a la playa, así lo confirma... me encontré a Jordi, un ex-compañero de trabajo, sentado en la terraza de un bar de Barcelona, acompañado de dos amigos y unas doce cervezas. "Ven, siéntate, estamos mirando escaparates", dijo.

Llegaron a las 11 de la mañana y dos horas y media después seguían mirando chicas en bikini que podían ser sus hijas. "Venimos cada día y solemos ligar", apuntó Ramón. Me los miré detenidamente y no tenían precisamente pinta de seductores. Entre los tres sumaban casi 160 años.

Eso de que un hombre a los 50 es interesante y una mujer a la misma edad está vieja, me parece realmente lamentable. Pero cada día lo vemos reflejado en las revistas y en las películas.

La mujer lleva años condicionada por tópicos, estereotipos y una evidente discriminación, en muchos aspectos cotidianos denominados "micro machismos", en otros denominados "labores del hogar" y "cuidado de los hijos" y en el extremo la violencia machista, que cada año se cobra más víctimas.

Cuando vas a comprar al mercado, la señora de la pescadería y la de la fruta te miran con cara de "pobrecito, cómo se esfuerza". Cuando vas paseando a tu bebé en el cochecito te miran con ternura y te sientes como una especie de héroe.






Cuando una pareja se divorcia se suele dar la custodia a la mujer. Se sobre-entiende que los hombres somos unos inútiles a la hora de cuidar a los/as hijos/as.

El apartado gestión de la casa, merece mención aparte. Las mujeres llevan los galones de generalas y los hombres parecemos pinches, secretarios o ayudantes. Es decir, nosotros colaboramos y ellas solucionan, resuelven y deciden.

En el mercado laboral, la diferencia de sueldo entre hombre y mujer oscila entre el 20% y el 40% a nuestro favor. No lo entiendo, aquí debería primar la preparación y la profesionalidad por encima de todo. Ni las fotos pueden condicionar un puesto de trabajo ni las nóminas se deberían decidir en función del sexo.

En cuanto a las relaciones, un macho infiel ha cometido un error y una chica es una puta y una buscona.

Estamos en el siglo XXI y me molesta este rol. Estoy harto de escuchar: "ya se sabe, es un hombre y solo piensa con la entrepierna".

Puedo hacer dos cosas a la vez y no me paso la vida ejerciendo de voyeur.

El aspecto físico, el color de la piel, la procedencia o la orientación sexual no son motivos para discriminar.

La violencia de género es inaceptable y debe ser penalizada con el máximo rigor.

No entiendo a los jueces que consideran atenuante llevar tanga o que "no se resistió".

Me parece arcaico, prehistórico, lamentable, inaceptable.

Estoy harto del sexismo.

La violencia de género me indigna, me repugna, tenemos que conseguir erradicarla.

Colaboro con el "Observatori de les Dones" y con la Asociación Valentes i Acompanyades de Salt (Girona).

Estoy a favor de que se quieran dos hombres o dos mujeres. Respeto a las personas que se definen como gay, lesbiana, trans, no-binaria, fluída, queer, cada uno/a es libre de sentirse como quiera.

Estoy en contra de los matrimonios impuestos.

Solo hace falta sentido común, igualdad y mente abierta para cambiar esta absurda realidad machista.

Y sumar, sumar cada vez más. Y luchar. Y reivindicar. Y protestar.

Intentaré seguir educando a mis hijos con el principio de la igualdad. En todos los sentidos. Les hablaré de valores, corazón, talento y humildad.

La reivindicación de las mujeres frente a los micro-machismos y el machismo me parece justa, la igualdad no debería ser una utopía, los hombres también estamos obligados a sumarnos a esta causa.

La casa y los niños es responsabilidad de los dos. No entiendo porque en los cargos directivos hay claramente menos chicas. Y por qué las mujeres cobran menos.

Los hombres lloramos, podemos llevar una camiseta rosa, cocinar, ir al parque y sentirnos parte de un todo.

Las mujeres pueden dirigir, conducen perfectamente y son  grandes aficionadas de su equipo de fútbol.

No es tan difícil. Empieza por pensar en personas, no en sexos.





Todos juntos debemos luchar contra el machismo, hombres y mujeres, y reivindicar que somos personas y somos iguales.


p.d. Recuerdo el comentario de Montse, una madre del cole de mi peque: " he apuntado a mi hijo a la escuela de verano porque, aunque su padre tiene vacaciones, no sabría qué hacer con él".


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