Cuando das mucho y recibes poco.
Estamos en un sociedad que piensa en singular, está pendiente de los errores, está llena de haters, hay muy poca consciencia social.
Cada uno/a de nosotros/as podría explicar las veces que la respuesta de su jefe, su amigo/a o su compañero/a no ha sido ni mucho menos la esperada.
Nos cuesta verbalizar cosas tan simples como "gracias", "te quiero", "te echo de menos" y en cambio no nos cuesta nada dejar tirado a un/a famoso/a, colega o desconocido/a.
Son tantas las veces en las que me he sentido "descompensado" que podría escribir 20 posts al respecto.
Está claro que el que normalmente se comporta como una persona solidaria, generosa y de buen corazón, hace las cosas porque las siente así, no espera una recompensa especial, simplemente espera un agradecimiento, un detalle, algo que llene el vaso de nuevo.
Pero muchas veces la respuesta que obtienes es muy fría.
Estuve acompañando a una persona que necesitaba hacer deporte durante un año, por la noche, y al cabo de un tiempo me estafó.
Me comporté como un hermano con una persona que salía de un proceso emocional muy delicado, durante dos años, y un día desapareció del mapa y decidió no hablarme más. Desconozco la razón. Tenemos una gran habilidad para borrar el pasado.
Fui el "amigo consultor" de una relación sentimental durante meses y cuando finalizó, la chica, amiga mía durante más de 10 años, desapareció de mi vida.
Como la gente sabe que en implicados trabajamos gratis para asociaciones que no tienen ni un euro, muchas veces han intentado que trabaje gratis para marcas comerciales, mucho morro, no?
Otra cosa es que a ti te apetezca ayudar a un/a amigo/a o familiar con su publi. No problem, su afecto es más que suficiente.
Pero podría citar las veces que he ayudado a encontrar trabajo y ni tan solo me han invitado a un café.
Muchas personas se sienten muy cómodas recibiendo, pero no se sienten en la necesidad de dar.
Y aquí añado que quien se ha comportado conmigo de la forma más tacaña, han sido empresas con mucho, muchísimo dinero.
En el otro lado de la balanza están esas personas que nunca te fallan. Las que no buscan excusas cuando te pasa algo "grave". Sí, tengo mucha suerte por tenerlas a mi lado. Pero son muy pocas. Si conozco a 4.000 personas, tan solo 6 que no son familia (mi familia es maravillosa), estarían en esa lista.
El resto dirían eso de "muchos ánimos", "recupérate pronto" "ya verás como todo se arregla", por medio del whatsapp.
Aplaudo a los/as coachers y a quien se dedica al crecimiento personal, por reivindicar la amabilidad, las palabras bonitas, cuidar al equipo, mantener una actitud positiva. Tal vez poco a poco se consiga, pero estamos rodeados de negativo/as, pesimistas, negacionistas, gafes y apocalípticos. Y uno de cada siete habitantes del planeta cree que el fin del mundo está cerca.
El único consejo que me atrevo a dar, si llegas a fin de mes, no estás en un campo de refugiados o sufriendo el hambre o la guerra es este :
Disfruta cada día, cada momento, rodéate de gente positiva e inspiradora, verbaliza los elogios, comparte, intenta dar o mejor de ti mismo/a, toma consciencia de la suerte que tienes, pasa a la acción para ayudar a quien lo necesita, muéstrate tierno/a, cariñoso/a y amoroso/a con los/as más cercanos/as, y respetuoso/a y cordial con los componentes de tu equipo.
Intenta ser intenso/a, reconoce tus errores, piensa en plural, intenta aprender y descubrir, sueña con un mundo mejor, mantente fiel a tus principios, nunca te vendas por dinero.
Tal vez algunos/os no lo entiendan y otros/as intentarán aprovecharse, pero si has llegado hasta aquí usando tus alas, ya sabes volar y has dejado el miedo por el camino.
FEEDBACK
Muy bueno Richard!
Me ha gustado mucho el post y me he sentido bastante identificada la verdad. Creo que en situaciones así uno a veces no acaba de entender porque la gente es tan fría, tan individualista y le importan tan poco las cosas, pero aun así no vale la pena ponerse a su altura.
Un abrazo :)
Carlota Alonso
"Empieza por contar las piedras, luego contarás las estrellas"
(León Felipe)
Fotos: con mi amigo Carles Pinto en Port de la Selva (Costa Brava), septiembre 2020.
Silvia Nadal simbolizando nuestro instinto animal y solitario.
Piedras de una cala en Llançà (Costa Brava).
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