El arroz no se pasa.






 

Encasillar a las personas en el lugar que se supone que les corresponde a su edad, es uno de los síntomas más evidentes de que aceptamos las cosas con demasiada sumisión. Parece ser que está escrito en alguna parte qué puedes y no puedes hacer a los 30, 40, 50, 60, 70...

... por ejemplo, amar con pasión no es posible a los 50, ir a un concierto de los Imagine Dragons, The Weekend o Florence and the Machine solo se puede hacer entre los 18-30 años, perseguir sueños no tiene sentido, improvisar es un error, innovar es innecesario, ilusionarte es un síntoma de inmadurez, apostar por la solidaridad es de ingenuos, practicar deporte es un riesgo, bailar... mejor que nadie te vea.

Se supone que a partir de cierta edad te tienes que quedar en casita, mirando reality shows y leyendo la prensa, con alguna actividad como ir al súper, cuidar a los/as nietas/as y jugar al dominó.

Es absurdo, el talento no tiene edad.

Los publicitarios Jose Luis Segura, Ricardo Pérez, Luis Bassat o Joaquín Lorente pasan de los 70 y son capaces de aportar muchas ideas y reflexiones...y Clint Eastwood, a sus 90, se puede sacar de la manga una genialidad en cualquier momento. B.B. King salió de gira hasta los 89 años. Herp Alpert ganó un Grammy con 75 años.

...pero no se les había pasado el arroz?

El arroz no se pasa si lo cuidas con cariño. Si le pones ilusión, ganas y constancia. Si procuras que esté en su punto y lo condimentas con nuevos alicientes. Con personas que valen la pena.

Chiqui Búa ha sido una excelente CEO en Leo Burnett durante años, al igual que el añorado Miguel Angel Furones y es innumerable la cantidad de agencias nuevas fundadas por socios que ya son veteranos/as.


... se les pasó el arroz?







El talento no tiene DNI. Lo puedes demostrar a una edad temprana, mediana o veterana.

Puedes hacer cada día lo mismo, como un robot, y dejar que los meses vayan pasando con su monotonía habitual. Puedes explicar cada año los mismos apuntes, puedes reciclar tus ideas del pasado, puedes pensar que tu pareja ya no está receptiva para el sexo. Puedes creer que el mundo se para y se acaba con los hijos. Puedes ser un clon de tantas y tantas personas que actúan como autómatas y borregos.

Si hace tiempo que dejaste de vibrar, de sentir cosas en tu estómago, de emocionarte y notar como se te eriza la piel, si lo único que te importa es sobrevivir, lo respeto, es tu decisión.

Tal vez te has apalancado y buscas excusas para justificar que ya no te apetece luchar por nada ni por nadie. Que nada te motiva. Que un día te cansaste de perseguir sueños.

Lo respeto. Es tu decisión.

Pero conozco a un montón de publicitarios/as que pasan de los 50 y son intensos/as, brillantes, diferentes, apasionados/as, con una visión estratégica y creativa increíble, con una conexión a la cultura y a las tendencias espectacular.

Tienen unas ganas de aprender inmensas, saben lo que pasa en la profesión en todo momento, son capaces de resolver briefings altamente complicados y mantienen viva la llama del atrevimiento, la curiosidad y la pasión. Son disruptivos y pueden encontrar esa idea diferente que tanto buscamos.

Del mismo modo puedo decir que hay talentazos muy jóvenes que vale la pena descubrir. Ver crecer a una persona en su "década de los 20" es maravilloso y además se merece una oportunidad.

En estos momentos me interesa casi todo. El nuevo disco de Anderson Paak, Kaleo o Giveon, el documental que me recomendó Toni Segarra, la exposición de Caixa Forum, un montón de series interesantes, mover proyectos solidarios complicados y muy especialmente, encontrar nuevas ideas, nuevos apuntes y nuevas formas de mejorar mi rendimiento.

No escuches a los tópicos. Que nadie te diga lo que tienes que hacer. Si te apetece bailar, baila. Si te quieres teñir el pelo de un color llamativo, adelante. Tu edad no supone dejar de hacer cada vez más cosas. Cumplir años no es es una colección de "renuncios". 

Es verdad que estamos en una industria que se empeña en pre-jubilarte.

La misma que estira la estancia en prácticas para no remunerar.

Yo creo que una persona puede tener mucho talento a los 25 y a los 55.

Si te dicen "se te ha pasado el arroz", no hagas ni caso.


CONCLUSIÓN.

No estoy desconectado ni tengo un pensamiento antiguo ni miro al pasado con melancolía.

No estoy de vuelta de nada, no me invade la pereza ni la desidia.

Me sigue gustando mucho pensar campañas y me atrevo con cualquiera.

Me interesan las tendencias, las personas y las novedades.

Las palabras insight y storytelling forman parte de mi vida.

Me encanta que me digan "influencer de la solidaridad"

Tengo un arroz delicioso preparado para cuando quieras compartir algún proyecto especial.

Porque intento no pensar en lo que me toca hacer, sino en lo que quiero hacer.





Foto : Richard Wakefield.



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